
... vuelve sin que lo llamen.
Otro dicho, parece que estoy muy dicharachera últimamente. Pero los refranes son totalmente ciertos, y tengo que aceptar que después de todo, y ante la caída de tantos paradigmas científicos y sociales, no hay mayor sabiduría que la sabiduría popular.
Durante este último tiempo reaparecieron en mi vida personas que nunca entendí por qué se fueron. Pertenecían al ámbito laboral, a mi grupo de amistades y a otro tipo de afecto más cercano, digamos casi un futuro amor o algo así. No soy rencorosa, al contrario, pero me cuesta mucho volver a abrirme y confiar, sobre todo cuando no obtengo respuesta a la pregunta que me hice en el primer momento: "¿por qué?".
Es así que sigo con mi mejor cara de tonta, esa que me sale tan bien y muchos se la creen, tratando con gente que fue ex-empleada, ex-amiga y ex-futuro-algo. Esperando una explicación que nunca va a llegar porque nunca voy a pedir. Pero que me imagino. Y como siempre imagino lo peor, sería mejor si me dieran alguna otra explicación creíble, porque no hay nada más confuso que el silencio.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario