lunes, 7 de abril de 2008

Espejismos


Algunas veces veo espejismos. Se presentan inesperadamente, cuando creo que mi visión es perfecta y que ya he acostumbrado a los ojos y la mente a enfocar las cosas tal cual son.

Es difícil mantener la mirada atenta todo el tiempo, no bajar la guardia, seguir sosteniendo la realidad. Tal vez sea por eso que suelo tomarme esos descansos tan placenteros.

Al tiempo me atrevo a estirar la mano para ver si realmente hay algo ahí, y nada... Es un gran esfuerzo levantar la vista y enfocar nuevamente el vacío. Además, duele. No puedo decir dónde se siente el dolor, pero está ahí.

A pesar del sufrimiento, estoy convencida que es un ejercicio que vale la pena realizar de vez en cuando: asumir los hechos tal cual son, pasar un plumero a las telas de araña que se acumulan en los rincones del entendimiento distorsionando la realidad y volver a disfrutar de una imagen nítida.

Aunque más no sea, para hacer lugar a un nuevo espejismo.

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